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“Aplicaciones de física y fisiología  de la neurotransmisión  
en el cuerpo humano.”

Física de fluidos

Generalidades

La mecánica de fluidos es una rama de la física que se ocupa del estudio del comportamiento de los fluidos, tanto en reposo como en movimiento. Esta disciplina se fundamenta en una serie de principios que permiten comprender cómo interactúan los fluidos con su entorno y entre sí.

Entre estos principios se encuentran la conservación de la masa, la conservación de la energía y la conservación del momento, los cuales son esenciales para analizar fenómenos como el flujo de líquidos y gases en diversas condiciones.

Uno de los conceptos clave en la mecánica de fluidos es el principio de Pascal, que establece que un cambio en la presión aplicada a un fluido incompresible se transmite de manera uniforme en todas las direcciones. Este principio tiene aplicaciones prácticas en sistemas hidráulicos, donde se utiliza para multiplicar fuerzas y facilitar el movimiento de objetos pesados.

Además, el principio de Bernoulli, que relaciona la presión, la velocidad y la altura de un fluido en movimiento, es fundamental para entender el comportamiento de los fluidos en diversas situaciones, como en el diseño de alas de aviones y en la dinámica de fluidos en tuberías.

La mecánica de fluidos también se ve influenciada por la viscosidad, que es la medida de la resistencia de un fluido a fluir.

La viscosidad afecta la forma en que los fluidos se comportan bajo diferentes condiciones de temperatura y presión, y es un factor crucial en el estudio de flujos laminares y turbulentos.

Comprender estos principios y su interrelación es vital para ingenieros y científicos que trabajan en campos como la ingeniería civil, la ingeniería mecánica y la meteorología, donde el comportamiento de los fluidos juega un papel fundamental en el diseño y análisis de sistemas complejos

Física de fluidos y tu cuerpo humano - Aplicación 1

ESFIGMOMANOMETRIA

A continuación revisaremos conceptos físicos que necesitaremos para una correcta toma e interpretación de nuestro pulso y presión arterial.

Estos son los temas de la clase teórica.

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 Mecánica de fluidos

PRESIÓN HIDROSTÁTICA

Y EL PRINCIPIO DE PASCAL 

La presión hidrostática se refiere a la presión ejercida por un fluido en reposo debido a la fuerza de la gravedad. Este fenómeno es fundamental en la comprensión de cómo los líquidos se comportan en diferentes contextos, como en cuerpos de agua, tuberías y sistemas hidráulicos. La presión aumenta con la profundidad, lo que significa que a mayor profundidad en un líquido, mayor será la presión que se experimenta. Este concepto es crucial en diversas aplicaciones científicas y de ingeniería, ya que permite predecir el comportamiento de los fluidos en situaciones específicas. Por ejemplo, en la ingeniería civil, la presión hidrostática es un factor determinante en el diseño de estructuras que están en contacto con el agua, como presas y cimientos de edificios. Además, en la medicina, se considera en el estudio de la circulación sanguínea y en la comprensión de cómo los líquidos corporales interactúan con los tejidos.

Su influencia en el cuerpo humano es un aspecto fundamental en la fisiología. Esta presión se genera debido al peso del líquido que se encuentra por encima de un punto específico en el cuerpo, lo que provoca que las estructuras internas experimenten una compresión. En el contexto del cuerpo humano, la presión hidrostática puede afectar la circulación sanguínea y la distribución de fluidos en los tejidos, lo que es crucial para el mantenimiento de la homeostasis. Cuando una persona se sumerge en un líquido, la presión hidrostática aumenta con la profundidad, lo que puede tener efectos significativos en la función cardiovascular. A medida que la presión externa aumenta, el retorno venoso puede verse favorecido, lo que a su vez puede incrementar el gasto cardíaco. Sin embargo, este fenómeno también puede presentar desafíos, como la posibilidad de que se produzcan cambios en la presión arterial y en la oxigenación de los tejidos, especialmente en situaciones de inmersión prolongada. Además, la comprensión de la presión hidrostática es esencial en el ámbito de la medicina y la fisioterapia, ya que permite desarrollar tratamientos que aprovechen sus efectos beneficiosos. Por ejemplo, la terapia de compresión utiliza principios de presión hidrostática para mejorar la circulación y reducir la inflamación en diversas condiciones clínicas. Así, el estudio de esta presión no solo es relevante desde una perspectiva física, sino que también tiene implicaciones prácticas en la salud y el bienestar del ser humano.


Mecánica de fluidos

FLUJO LAMINAR Y TURBULENTO

Los flujos laminar y turbulento son dos tipos fundamentales de comportamiento del flujo de fluidos que se diferencian principalmente por la organización y el movimiento de las partículas del fluido. En un flujo laminar, las partículas se mueven en capas paralelas y ordenadas, lo que resulta en un movimiento suave y predecible. Este tipo de flujo se observa comúnmente en condiciones de baja velocidad y alta viscosidad, donde las fuerzas de fricción son predominantes y mantienen el fluido en un estado de orden. Un ejemplo típico de flujo laminar se puede encontrar en el flujo de aceite a través de un tubo estrecho, donde las capas de fluido se deslizan unas sobre otras sin mezclarse.

Por otro lado, el flujo turbulento se caracteriza por un movimiento caótico y desordenado de las partículas del fluido, lo que genera una mezcla intensa y fluctuaciones en la velocidad y presión. Este tipo de flujo se presenta generalmente a altas velocidades y en condiciones donde la inercia del fluido supera las fuerzas de viscosidad. En un flujo turbulento, las trayectorias de las partículas son impredecibles, lo que puede dar lugar a la formación de remolinos y vórtices. Un ejemplo común de flujo turbulento se observa en ríos caudalosos o en el aire alrededor de un avión en vuelo, donde las interacciones complejas entre las capas de fluido crean un comportamiento dinámico y variable.

La transición entre estos dos tipos de flujo puede ser influenciada por diversos factores, como la velocidad del fluido, la viscosidad, y las características del medio a través del cual se desplaza. La comprensión de estas diferencias es crucial en diversas aplicaciones de la ingeniería y la física, ya que el comportamiento del flujo puede afectar significativamente el diseño de sistemas hidráulicos, la aerodinámica de vehículos, y la eficiencia de procesos industriales. Además, el estudio de los flujos laminar y turbulento permite a los científicos y a los ingenieros predecir y controlar el comportamiento de los fluidos en una amplia gama de contextos, desde la medicina hasta la meteorología.


Mecánica de fluidos

VISCOSIDAD Y DENSIDAD DE UN FLUIDO

La densidad y la viscosidad son propiedades fundamentales que caracterizan el comportamiento de los fluidos en diversas condiciones. La densidad se define como la masa por unidad de volumen de un fluido, lo que implica que un fluido con mayor densidad tendrá más masa en un volumen determinado en comparación con uno de menor densidad. Esta propiedad es crucial en aplicaciones que involucran la flotación, la sedimentación y el transporte de fluidos, ya que influye en cómo interactúan los diferentes materiales entre sí y con su entorno. Por ejemplo, en la ingeniería de fluidos, la densidad afecta la presión y el flujo en sistemas hidráulicos. Por otro lado, la viscosidad se refiere a la resistencia de un fluido a fluir, lo que se traduce en la fricción interna que experimentan las moléculas del fluido al moverse unas respecto a otras. Esta propiedad es esencial para entender el comportamiento de los fluidos en movimiento, ya que determina la facilidad con la que un fluido puede ser transportado a través de tuberías o en procesos de mezcla. La viscosidad puede variar significativamente con la temperatura y la presión, lo que implica que en condiciones diferentes, un mismo fluido puede comportarse de manera distinta. En aplicaciones industriales, la viscosidad es un factor crítico en el diseño de equipos y en la optimización de procesos. Ambas propiedades, densidad y viscosidad, son interdependientes y juegan un papel crucial en la dinámica de fluidos. Por ejemplo, en el caso de los fluidos no newtonianos, la viscosidad puede cambiar en función de la velocidad de deformación, lo que complica aún más su análisis. Comprender cómo estas propiedades interactúan permite a los científicos e ingenieros predecir el comportamiento de los fluidos en diversas situaciones, desde el diseño de sistemas de transporte hasta la formulación de productos químicos y farmacéuticos. Así, el estudio de la densidad y la viscosidad no solo es fundamental en la física y la química, sino que también tiene aplicaciones prácticas en múltiples disciplinas.

Mecánica de fluidos

FLUIDO NEWTONIANO VERSUS NO NEWTONIANO

Las diferencias entre los fluidos newtonianos y no newtonianos son fundamentales en la comprensión de la mecánica de fluidos. Los fluidos newtonianos son aquellos que obedecen la ley de viscosidad de Newton, lo que significa que su viscosidad permanece constante independientemente de la tasa de deformación o del esfuerzo cortante aplicado. En este tipo de fluidos, la relación entre el esfuerzo cortante y la tasa de deformación es lineal, lo que permite predecir su comportamiento de manera precisa. Ejemplos comunes de fluidos newtonianos incluyen el agua, el aire y muchos aceites. Por otro lado, los fluidos no newtonianos presentan un comportamiento más complejo, ya que su viscosidad puede variar en función de la tasa de deformación. Esto implica que, al aplicar un esfuerzo cortante, la resistencia al flujo de estos fluidos puede aumentar o disminuir, dependiendo de las condiciones específicas. Existen diferentes tipos de fluidos no newtonianos, como los pseudoplásticos, que disminuyen su viscosidad al aumentar la velocidad de deformación, y los dilatantes, que aumentan su viscosidad bajo condiciones similares. Este comportamiento no lineal hace que su estudio y aplicación en diversas industrias sea particularmente interesante y desafiante. La clasificación de los fluidos en newtonianos y no newtonianos tiene importantes implicaciones en campos como la ingeniería, la biología y la tecnología de materiales. Por ejemplo, en la industria alimentaria, la comprensión de cómo se comportan los fluidos no newtonianos puede influir en la formulación de productos y en los procesos de producción. Asimismo, en la medicina, el estudio de fluidos biológicos, que a menudo presentan características no newtonianas, es crucial para el desarrollo de tratamientos y dispositivos médicos. En resumen, la distinción entre estos dos tipos de fluidos no solo es teórica, sino que tiene aplicaciones prácticas significativas en múltiples disciplinas.



Mecánica de fluidos

¿COMO ES LA SANGRE DESDE EL PUNTO DE VISTA DE LA MECANICA DE FLUIDOS?

La sangre se clasifica como un fluido no newtoniano debido a su comportamiento viscoso que varía en función de la tensión de corte a la que está sometida. A diferencia de los fluidos newtonianos, cuya viscosidad permanece constante independientemente de la fuerza aplicada, la sangre presenta características que la hacen más compleja. Esto se debe a su composición, que incluye células sanguíneas, proteínas y otros componentes que interactúan entre sí, lo que provoca que su viscosidad cambie en respuesta a diferentes condiciones de flujo. El comportamiento no newtoniano de la sangre es fundamental para su función en el sistema circulatorio. Por ejemplo, en situaciones de alta tensión de corte, como durante el ejercicio físico, la sangre se vuelve menos viscosa, lo que facilita su circulación a través de los vasos sanguíneos. Este fenómeno es crucial para asegurar que los tejidos reciban un suministro adecuado de oxígeno y nutrientes, adaptándose a las demandas metabólicas del organismo en diferentes momentos. Además, el estudio de la sangre como fluido no newtoniano tiene implicaciones importantes en la medicina y la biología. Comprender cómo la viscosidad de la sangre varía puede ayudar en el diagnóstico y tratamiento de diversas condiciones cardiovasculares. Asimismo, este conocimiento puede ser aplicado en el desarrollo de dispositivos médicos, como stents y bombas de infusión, que requieren un entendimiento preciso del comportamiento de la sangre bajo diferentes condiciones de flujo.


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¿QUE ES LA PRESION ARTERIAL?

La presión arterial se define como la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias a medida que el corazón bombea. Este fenómeno es crucial para el funcionamiento adecuado del sistema circulatorio, ya que permite el transporte de oxígeno y nutrientes a los tejidos del cuerpo. La presión arterial se mide en milímetros de mercurio (mmHg) y se expresa mediante dos cifras: la presión sistólica, que representa la presión en las arterias cuando el corazón se contrae, y la presión diastólica, que indica la presión cuando el corazón está en reposo entre latidos. La regulación de la presión arterial es un proceso complejo que involucra múltiples sistemas del cuerpo, incluyendo el sistema nervioso y el sistema endocrino. Factores como la resistencia vascular, el volumen sanguíneo y la elasticidad de las arterias juegan un papel fundamental en la determinación de los niveles de presión arterial. Un equilibrio adecuado es esencial, ya que tanto la hipertensión (presión arterial alta) como la hipotensión (presión arterial baja) pueden tener consecuencias graves para la salud, incluyendo el riesgo de enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebrovasculares y daño a órganos vitales. El monitoreo regular de la presión arterial es una práctica recomendada para la prevención y el manejo de enfermedades. A través de mediciones periódicas, es posible identificar alteraciones en los niveles de presión y tomar medidas adecuadas para corregirlas. Estilos de vida saludables, que incluyen una dieta equilibrada, ejercicio regular y la reducción del estrés, son fundamentales para mantener la presión arterial en rangos óptimos y, por ende, contribuir a una mejor calidad de vida.