La parálisis radial es una condición que afecta la función del nervio
radial, resultando en debilidad o incapacidad para extender la muñeca y
los dedos. Esta afección puede ser causada por diversas razones,
incluyendo lesiones traumáticas, compresión del nervio o enfermedades
sistémicas. Comprender las características clínicas de la parálisis
radial es fundamental para un diagnóstico adecuado y un tratamiento
efectivo
Uno de los síntomas más evidentes es la incapacidad para extender la
muñeca y los dedos, lo que provoca que la mano caiga en una posición de
flexión. Esta condición, a menudo denominada "mano caída", puede
dificultar actividades cotidianas como escribir, agarrar objetos o
realizar movimientos precisos. Además, los pacientes pueden experimentar
debilidad en la parte posterior del brazo y la mano, lo que limita su
capacidad para realizar tareas que requieren fuerza o destreza.
Otro signo característico de la parálisis radial es la pérdida de
sensibilidad en la parte posterior del brazo y la mano, lo que puede
llevar a una sensación de entumecimiento o hormigueo.
Esta alteración
sensorial puede ser particularmente frustrante, ya que afecta la
percepción del tacto y la temperatura, lo que puede resultar en
accidentes o lesiones.
En algunos casos, los pacientes también pueden
experimentar dolor o malestar en la región afectada, lo que puede
complicar aún más su recuperación y calidad de vida.
El diagnóstico de la parálisis radial se basa en la evaluación clínica
de los síntomas y, en ocasiones, se complementa con estudios de imagen o
electrodiagnósticos para determinar la extensión del daño nervioso.
Los estudios neurofisiológicos desempeñan un papel crucial en la
evaluación de la parálisis radial, ya que permiten analizar la función
del nervio y la musculatura afectada.
A través de técnicas como la
electromiografía y la conducción nerviosa, se puede determinar la
localización y la extensión de la lesión, así como la integridad de las
vías nerviosas.
Estos estudios son esenciales para diferenciar entre
causas neuropáticas y no neuropáticas de la debilidad.
La utilidad de los estudios neurofisiológicos radica en su capacidad
para guiar el manejo clínico de la parálisis radial. Al proporcionar
información detallada sobre el estado del nervio y los músculos
implicados, estos estudios ayudan a los médicos a diseñar un plan de
tratamiento personalizado.
El
tratamiento puede incluir fisioterapia para mejorar la movilidad y la
fuerza, así como el uso de férulas para mantener la muñeca en una
posición funcional. En casos más severos, puede ser necesaria una
intervención quirúrgica para reparar el nervio dañado o incluso para transponer tendones de la zona flexora hacia la zona extensora, en caso de la que recuperación no se produzca. La recuperación
varía según la gravedad de la lesión y la rapidez con la que se inicie
el tratamiento, siendo fundamental un enfoque multidisciplinario para
optimizar los resultados.
Medicina de electrodiagnóstico y neurofisiatría. Dra. Patricia Pérez Sepúlveda